El auge de trastornos mentales en niños y adolescentes tras la pandemia requiere su creación, según los expertos.
Los psiquiatras tienen una especialidad Infantil y de la Adolescencia, no así los psicólogos clínicos, que urgen más que nunca a su creación ante el auge de trastornos mentales en niños y adolescentes tras la pandemia, más aún cuando la terapia constituye la primera opción de tratamiento frente al farmacológico.
Es por ello que la Sociedad Española de Psicología Clínica (Anpir) reclama la creación de especialidad al Ministerio de Sanidad.
En España trabajan aproximadamente 2.800 psicólogos clínicos en el sistema público, menos de la mitad de los que deberían ser, en cálculos de Anpir; la ratio es de cerca 6 profesionales por cada 100.000 habitantes, muy alejada de la recomendación internacional, que asciende a 20.
Las diferencias por comunidades son abismales, entre los 15 y 18 de Cataluña o los 10,2 de Navarra a los 3,22 de Andalucía y los 3,5 de Galicia, pasando por los 5,5 de Aragón o los 5,64 de Canarias.
Estas cifras hacen que los tiempos medios de espera para una consulta sean de hasta 3 meses, lo cual explica en parte que España encabece las listas mundiales en el consumo de psicofármacos, que sigue al alza.
De enero a septiembre de 2022, los médicos recetaron 51,9 millones de envases de antidepresivos y 58,9 millones de cajas de ansiolíticos con cargo al SNS, un 6,9 % y un 0,35 % más que en el mismo periodo del año anterior, según datos de Sanidad. Las dosis diarias por habitante y día ascendieron así a 97 en el primer caso y 58 en el segundo.
TERAPIA, LA PRIMERA OPCIÓN
Los niños y adolescentes tampoco escapan a esta realidad: “Toman más medicación en términos de tratamiento de salud mental de la que probablemente deberían”, según el presidente de Anpir, Javier Prado Abril.
Este experto pone el foco en otro hecho, y es el, incremento exponencial de los diagnósticos y tratamientos farmacológicos para el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)de los que las dosis por habitante y día (DHD) en los últimos años se ha multiplicado poros -especialmente a base de metilfenidato- para e 20 en población de 5 a 19 años.
Las causas de la posible sobremedicalización en esta población están en las “dificultades para la conciliación de los padres, las que tienen los profesores para hacer su trabajo con un aulas progresivamente más abarrotadas y cada vez más desvestidos de autoridad y de capacidad para poner orden y una Sanidad que no tiene tiempo ni recursos para escuchar a un niño o para atenderle”, argumenta.
En ello coincide su compañera: ante la falta de tiempo y recursos y la saturación de los servicios, muchas veces se opta por la solución “más fácil”, la pastilla, cuando lo que recomienda cualquier guía clínica como primera opción de tratamiento en la población infantojuvenil es la terapia.
Fuente: A. Agirregoikoa / deia.eus