Al principio, puede que te emocione un montón. Tienes la posibilidad de trabajar a tu ritmo, con la ropa que prefieras, no tienes que coincidir con personas en la oficina con quien no quieres compartir espacio, te ahorras el tráfico y muchos malos ratos. ¡Suena como la gloria! Sin embargo, trabajar desde casa también tiene sus retos.
En este artículo hablaremos sobre cuáles son esos desafíos que implica teletrabajar y qué estrategias de autocuidado psicológico puedes aplicar en tu vida si tu modalidad de trabajo es remota.
Trabajo remoto: una nueva forma de ver el mundo
Hay que admitirlo: trabajar desde casa ha cambiado por completo la manera en que muchas personas organizan su día a día. Antes, la oficina era el centro de todo, pero ahora muchos han encontrado en casa un espacio cómodo y flexible para hacer su trabajo.
Lo cierto es que, aunque a algunos les encanta la libertad de organizar sus horarios, trabajar desde donde sea y evitar traslados, otros extrañan la estructura y el contacto con colegas.
Aunque el home office tiene muchas ventajas, también trae sus propios retos. Por ejemplo, a veces es muy difícil desconectarse, la rutina se vuelve monótona o simplemente se siente una falta de interacción con otras personas.
De hecho, si no tienes cuidado, puedes terminar con mucho más cansancio que trabajando en una oficina. Por eso, es importante encontrar formas de equilibrar el trabajo y la vida personal.
Los retos del trabajo remoto
Uno de los mayores problemas es que las fronteras entre el trabajo y la vida personal se vuelven bastante borrosas. Sin horarios fijos ni un espacio de trabajo bien definido, es fácil caer en la trampa de trabajar más horas de las que deberías. Y, ojo, esto puede aumentar el estrés y afectar tu descanso.
Otro tema es la falta de contacto humano. En la oficina, es normal hablar con compañeros, compartir un café o incluso desahogarse sobre el trabajo, pero en casa, la comunicación suele limitarse a correos y videollamadas, lo que puede hacer que aumente la sensación de aislamiento.
También está el tema del movimiento, ya que al no salir de casa pasamos más tiempo sentados y frente a la pantalla, lo que afecta la concentración y la salud en general. Sin estrategias adecuadas, la motivación puede bajar y la productividad también.
Cómo cuidar de tu mente si trabajas remoto
Si quieres que el teletrabajo no termine jugándote en contra, aquí tienes algunas estrategias que pueden ayudarte. No necesitas hacer cambios drásticos, solo empezar dando pequeños pasos, pero consistentes.
1. Define horarios y respétalos
Uno de los errores más comunes es no tener un horario fijo. Sin darte cuenta, puedes estar trabajando a cualquier hora, revisando correos a las 10 de la noche o alargando tareas sin necesidad. Para evitarlo, establece a qué hora empiezas y terminas tu jornada. Y, ¡por favor, cúmplelo! Desconéctate cuando termine tu horario.
2. Ten un espacio solo para trabajar
No necesitas una oficina en casa (o tal vez sí, si es lo que deseas), pero lo que sí es cierto es que hace falta un lugar donde puedas concentrarte. Trabajar desde la cama o el sofá suena tentador, pero a largo plazo afecta tu postura y productividad. Un escritorio con buena iluminación y una silla cómoda pueden ayudarte mucho.
3. Tómate descansos de verdad
No, cambiar de pestaña para ver redes sociales no cuenta como descanso. Tu cerebro necesita pausas reales. Levántate, estírate, camina un poco o simplemente aléjate de la pantalla unos minutos. Esto te ayudará a mantener la concentración y reducir el estrés.
4. Mantén contacto con otras personas
Trabajar en casa no significa aislarte, así que es ampliamente sugerido hacer esfuerzos conscientes para socializar con gente que te agrade. Escríbele a un compañero, ten una videollamada informal o queda para un café con alguien. Un poco de interacción social hace que el día se sienta menos solitario.
5. Muévete más
Pasar todo el día en la silla (o en la cama, en algunos casos) no le hace bien a nadie. Levántate cada tanto, camina un poco o haz estiramientos. No tienes que hacer ejercicio intenso, pero sí darle algo de movimiento a tu cuerpo para evitar molestias y mejorar tu energía.
6. Cuida lo que comes
Cuando trabajas desde casa, es fácil caer en la tentación de picar cualquier cosa a lo largo del día. Planifica tus comidas y elige alimentos que te den energía sin hacerte sentir pesadez.
7. Aprende a desconectarte
Cuando el trabajo y la casa están en el mismo lugar es difícil desconectar. Para ayudarte, crea un ritual de cierre: apaga la computadora, sal a dar una vuelta, escucha música o haz algo que te ayude a cambiar el chip.
8. Presta atención a cómo te sientes
A veces, el estrés y la ansiedad se acumulan sin que lo notes. Si te cuesta concentrarte, te sientes irritable o simplemente desmotivado, escúchate. Puede ser momento de hacer ajustes en tu rutina o hablar con alguien de confianza.
9. Sé flexible
No tienes que seguir un horario rígido si no te funciona. Si puedes, experimenta con lo que mejor se adapte a ti. Algunas personas trabajan mejor en la mañana, otras en la tarde. Modifica tu rutina de acuerdo con lo que te brinde mayor bienestar.
10. Haz algo que disfrutes fuera del trabajo
Tu mundo y tu mente no debería girar en torno al trabajo. Dedica tiempo a cosas que te relajen y te hagan feliz. Leer, escuchar música, jugar videojuegos, pintar… lo que sea que te ayude a desconectar.
El teletrabajo puede ser una gran ventaja si lo gestionas bien, pero si ignoras sus efectos en tu bienestar, puede terminar siendo bastante agotador. En caso de que eso te esté pasando, ¿cuál de estos consejos te gustaría probar primero?
Fuente: Esther Tomás Ruiz. (2025, abril 8). Estrategias de autocuidado psicológico si trabajas desde casa. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/psicologia/estrategias-autocuidado-psicologico-trabajas-desde-casa