¿Qué tienen en común la emoción de recibir un WhatsApp inesperado y la alegría de ver tu plato de comida favorito? En ambos casos, la dopamina y la serotonina causan una tormenta química en tu cerebro. Conoce aquí el motivo.
Imagina por un momento que tu cerebro es un laboratorio de emociones en constante ebullición. Ahí es donde entran en juego dos protagonistas: la dopamina y la serotonina, dos neurotransmisores con marcada diferencia. Si bien ambos se encuentran en nuestro sistema nervioso, cumplen numerosas y distintas funciones en el organismo.
El desequilibrio entre la dopamina y la serotonina puede generar desarreglos en nuestra salud mental, alterar el patrón de sueño y hasta afectar la eficiencia digestiva. Es indispensable mantener un balance entre estas dos fuerzas neurológicas para garantizar un bienestar óptimo.
Aunque la dopamina y la serotonina tienen efectos similares en el cuerpo, funcionan de forma desiguales. Durante la lectura, te contamos lo que necesitas saber sobre las distinciones de estos mensajeros químicos.
Diferencia entre la dopamina y la serotonina
No hay solo una diferencia entre la dopamina y la serotonina; sus características son notables en diversos aspectos. Primero, se originan de manera distinta: la serotonina se crea a partir del triptófano, mientras que la dopamina se origina a partir de la tirosina.
En cuanto a sus efectos en el cerebro, un estudio de Nature Neuroscience declara que la dopamina regula la motivación y la euforia, mientras que la serotonina mejora nuestro estado emocional, promoviendo la tranquilidad y la concentración.
Adicional, estas moléculas tienen impactos desiguales en el cuerpo. La dopamina está vinculada al control de movimientos corporales, lo que, según la revista Salud Mental, se relaciona con la enfermedad de Parkinson.
Por otro lado, la serotonina influye en la regulación del ritmo circadiano, controla el apetito, impacta en el metabolismo y en nuestras hormonas.
Desequilibrio entre la dopamina y la serotonina
Como diferencia entre la dopamina y la serotonina, desatacan las consecuencias en el cuerpo por ausencia o desequilibrio de estos neurotransmisores. Una investigación en Trends in Cognitive Sciences detalla que la dopamina interviene en las propiedades de la respuesta neuronal, en la corteza prefrontal.
La dopamina tiene una gran importancia en la actividad cognitiva, su deficiencia puede manifestarse como pérdida de memoria, olvidos frecuentes y dificultad para recordar detalles. Además, dicha deficiencia incide en nuestra capacidad para concentrarnos y comprender información de manera efectiva.
En el ámbito emocional, la carencia de dopamina tiende a generar una disminución en la capacidad de sentir placer y entusiasmo, lo que contribuye a una sensación de apatía, desinterés en las actividades cotidianas y, sobre todo, afecta la libido.
Por otro lado, una revisión en Oncotarget define la serotonina como un neurotransmisor que desempeña funciones fisiológicas importantes, incluida la ritmicidad circadiana, la termorregulación, la emoción, la cognición y la nocicepción.
Así, la insuficiencia de serotonina está relacionada con trastornos del sueño, sensibilidad al dolor e irritabilidad, provocando una cascada de efectos que perturban de modo negativo nuestra calidad de vida.
Aparte, la carencia de serotonina se traduce en problemas digestivos, contribuyendo a estados emocionales negativos y a una percepción disminuida de la alegría y el bienestar.
En conjunto, el desequilibrio entre la dopamina y la serotonina se vincula a trastornos como la depresión y la ansiedad; también con conductas adictivas (Martín Critikián & Medina Núñez, 2021), tiñendo la vida con una serie de desafíos emocionales y físicos que requieren atención y cuidado.
Equilibrio entre la dopamina y la serotonina
La dopamina y la serotonina trabajan juntas en el cerebro para regular una variedad de funciones cognitivas y emocionales. Aunque su interacción es compleja y aún no se comprende en su totalidad, se ha demostrado que tales neurotransmisoras desempeñan papeles complementarios.
Al trabajar en equilibrio, la dopamina te impulsa hacia adelante, guiándote con la promesa de recompensa y éxito, mientras que la serotonina te envuelve en una sensación cálida de bienestar, ayudándote a mantener el equilibrio emocional y mental que necesitas para enfrentar los desafíos de la vida.
Acciones para lograr el balance necesario
Juntas, estas moléculas ejemplifican la complejidad y la maravilla de la química cerebral que da forma a nuestro ser. A continuación, mira las siguientes acciones que ayudan a balancearlas:
- Hacer ejercicio al aire libre: la serotonina sale a escena después de ejercitarse o recibir la luz del sol.
- Meditar: también el mindfulness influye de modo positivo en los niveles de dopamina, al reducir el estrés y promover la relajación.
- Establecer una rutina diaria y alcanzar pequeñas metas: así contribuyes a conservar niveles saludables de dopamina al experimentar una sensación constante de logro.
- Mantener contacto y relaciones sociales positivas: esto estimula la liberación de serotonina al activar circuitos cerebrales relacionados con el bienestar emocional.
- Practicar desafíos mentales: resolver acertijos, juegos de estrategia y participar en actividades que requieran concentración y enfoque aumentan la dopamina al involucrar áreas cognitivas del cerebro.
- Cuidar lo que comes: consumir plátano, avena, chocolate, piña o garbanzos favorecen los niveles de dopamina y serotonina en el cuerpo. Una alimentación balanceada es fundamental para lograr el equilibrio entre estos dos neurotransmisores.
Regular ambos neurotransmisores es clave
Estos neurotransmisores se diferencian en que la dopamina nos impulsa hacia el placer y la gratificación, mientras que la serotonina teje la trama de la felicidad y el bienestar. Sin embargo, es crucial recordar que el equilibrio entre ambos es la clave.
Nuestro bienestar emocional se nutre al buscar momentos de placer y al mismo tiempo cultivar un estado de ánimo positivo y sereno. Abrazar tales fuerzas en nuestra vida, conduce a una mayor comprensión de las emociones y nos empodera para vivirlas de manera más rica y gratificante.
Fuente: Macarena Liliana Nuñez / lamenteesmaravillosa.com