La sisifemia es un problema de salud mental que puede afectar tu rendimiento laboral y llevarte a realizar un esfuerzo heroico para cumplir con tus deberes. La ansiedad y el agotamiento mental y físico son apenas algunas de sus consecuencias.
Así como Sísifo, condenado a subir eternamente una roca a la cima de una montaña, hace que te sientas atrapado en tareas desgastantes que repites una y otra vez. Para evitar efectos negativos en tu salud, es necesario que identifiques las señales de alerta sobre esta situación.
¿Qué es la sisifemia y cómo identificarla?
Los creadores de este término, José Manuel Vicente y Aracel López-Guillén, lo ven como el padecimiento del empleado que es condenado a cumplir con la misión de alcanzar una meta irrealizable. Cada día es víctima de la misma condena y de la impotencia de no sentirse capaz de conseguirla.
Estos investigadores sostienen que la sisifemia es el agotamiento mental que surge cuando te exiges trabajar más allá del límite para alcanzar un objetivo que no es alcanzable. Está asociada a la obsesión de hacer siempre más, a la dismorfia de productividad, a la escasa autoaceptación y a ideas irracionales sobre el éxito y el buen rendimiento.
Existen varias señales claves que te ayudarán a reconocer este trastorno, que desborda tus capacidades. Este estado de agotamiento no es un diagnóstico, por ende, los síntomas indicados, a continuación, no debes tomarlos como indicio de una psicopatología oficial:
- Ansiedad
- Embotamiento
- Problemas de memoria
- Obsesión por el trabajo
- Pérdida del rendimiento
- Cansancio físico y mental
- Disminución de la introspección
- Falta de disfrute o placer (anhedonia)
- Ausencia de reconocimiento de los logros
- Reducción de la atención y la concentración
- Incremento del tiempo de trabajo sin descanso
- Sentimientos de incapacidad para hacer las tareas
Causas de este trastorno
No hay una sola causa que la explique, al contrario, existen múltiples factores psicológicos y contextuales que, en interacción, propician su aparición en tu vida laboral. Algunos de los más destacados son los siguientes:
- Objetivos inalcanzables. Hacen que te esfuerces más por alcanzarlos, lo cual agota con mayor velocidad tus recursos físicos y mentales.
- Prisas por cumplir. La premura cotidiana contribuye a la aparición del agotamiento, del estrés y de la autoexigencia.
- Largas jornadas laborales. Esto hace que tu tiempo de descanso disminuya y que aumente el cansancio. También pierdes el balance entre la vida personal y el trabajo.
- Falta de equilibrio entre lo esperado y los recursos personales. Otra de las causas es que las altas demandas laborales no son coherentes con tus capacidades. Este desequilibrio genera la acumulación trabajo, que hace que te canses y exijas más.
- Rasgos de personalidad. El perfeccionismo, el alto sentido de la responsabilidad, la meticulosidad y la obsesión son algunos de esos rasgos de tu forma de ser que pueden estar asociados a este problema.
- Condiciones laborales. Los trabajadores con contratos temporales, becarios y freelancers son más susceptibles a padecer esta condición, ya que se ven afectados por la precariedad laboral: los sueldos muy bajos y la inseguridad.
¿Cuáles son sus consecuencias?
Uno de los principales efectos es que aminora la confianza que tienes en ti y reduce tu autoestima. Realizar una actividad desgastante y esforzarte una y otra vez, dando lo mejor sin conseguir buenos resultados, hace que te sientas inútil e incompetente.
También te provoca problemas de salud mental como la depresión, el insomnio y la ansiedad. Asimismo, produce consecuencias negativas en tu cuerpo: infartos, hipertensión, arritmias, dolores de espalda, cefaleas, problemas en la piel, diabetes y obesidad.
Características de los trabajos «sisifémicos»
Este tipo de trabajos se caracterizan por una sobrecarga laboral que te empuja a exigirte más de lo que ya das. También te delega una alta responsabilidad que, si no la llevas a cabo de manera correcta, puede producir consecuencias graves.
Por lo general, son labores que debes terminar en el menor tiempo posible. La premura en estos trabajos ejerce una presión adicional sobre ti, que te cansa más. Se caracterizan por ser empleos de jornadas largas y agotadoras.
Estos trabajos suelen imponer metas imposibles que, aunque te esfuerces, no puedes cumplir. Como consecuencia, inviertes más tiempo, recursos y esfuerzos que te restan energía.
¿Cómo superar la sisifemia?
Estar atrapado en un empleo donde lo das todo, pero nunca es suficiente, es muy duro emocionalmente. Por fortuna, puedes lidiar con esta situación para que tu bienestar no se siga deteriorando. Aquí te compartimos algunas recomendaciones:
- Define tus prioridades. Aprende a distinguir lo urgente de lo no urgente en el trabajo, para que no te agostes en actividades superfluas. En casa, céntrate en descansar y realiza actividades que sean prioridad para ti.
- Delega responsabilidades. Procura no asumir tú solo todas las tareas. Solicita ayuda a compañeros o delega para aliviar tu carga de trabajo.
- Ponte límites. Traza límites claros para que no te toque usar tu horario de descanso para trabajar. Es importante que no pases esa frontera para que no termines con quehaceres extras en casa.
- Define metas alcanzables. Sé realista y ponte objetivos SMART, concretos y realizables. De esta manera, no te presionarás para conseguir algo que es imposible.
- Cuida tu salud mental y física. Realiza actividades que nutran tu mente y fortalezcan tu cuerpo. Come de manera saludable, haz ejercicio, medita, pasa tiempo con tus amigos o haz un viaje de descanso.
Es importante, además, que las empresas tomen medidas organizacionales para prevenir el cansancio mental y la sobrecarga de trabajo. Algunas de ellas son las siguientes:
- Tener flexibilidad horaria
- Trazar metas alcanzables y realistas
- Distribuir bien las responsabilidades
- Fomentar el bienestar dentro de la empresa
Después de todo lo explicado, es posible que tengas la impresión de que la sisifemia es lo mismo que el síndrome de burnout o del trabajador quemado. Queremos decirte que, aunque tienen rasgos en común, como el cansancio y la sobrecarga mental excesiva, son padecimientos distintos que se expresan en momentos particulares de la vida laboral.
¿Cuál es la diferencia entre sisifemia y burnout?
Una de las principales diferencias es que la sisifemia, para que se presente, debe pasar un tiempo más corto y es provocada por los objetivos inalcanzables, las prisas diarias y las jornadas extensas. En cambio, el burnout aparece después de una larga carrera profesional bajo alto estrés y presión, y tiene sus raíces en el estrés crónico y el no sentirse valorado en el trabajo.
Los síntomas que produce la sisifemia son la angustia y la ansiedad, así como la falta de disfrute. En cambio, el burnout genera agotamiento emocional, sentimientos de vacío, despersonalización, desinterés profesional. El trabajador sisifémico, por lo general, es joven y tiene una trayectoria corta. El empleado quemado suele tener una larga experiencia y está siempre inclinado al servicio.
El sisifémico está entregado en cuerpo y mente al trabajo y piensa de forma constante que no hace lo suficiente para cumplir. Por eso, hace más de lo necesario y vive solo para trabajar. El quemado está siempre desmotivado, cansado de trabajar, desgastado, desvinculado de su labor y no percibe el trabajo como algo propio, por lo que deba esforzarse más.
Conserva tu salud en el trabajo
La sisifemia puede impedir que tengas un buen rendimiento tanto en el ámbito laboral como en otras áreas de tu vida. Por eso, es importante que la conozcas para que puedas prevenir su aparición o aplicar las medidas correspondientes para superarla, en caso de padecerla.
En este sentido, te invitamos a estar atento a las señales de alarma, como el cansancio, los sentimientos de inutilidad y los problemas de atención. Recuerda que, para cuidar tu bienestar en el trabajo, tienes a tu disposición el servicio de expertos en salud mental y ocupacional.
Fuente: lamenteesmaravillosa.com / José Padilla