La abulia, sus síntomas como la desgana o la falta de motivación son el eje del tratamiento psicológico para superar esta falta de ganas. Es frecuente en este cuadro que los sentimientos y pensamientos acerca de la vida que se esta teniendo no es suficientemente buena, no tiene pasión y los días pasan sin pena ni gloria. Parece que no aportan cosas positivas y parece que no hay nada que hacer para remediar la situación.
Por sus características, la abulia es algo que, aparentemente, puede parecer que no pasa nada grave, parece que en muchos casos se confunde con pereza o procrastinación, para empezar algo y romper el estado de inactividad.
¿QUÉ ES LA ABULIA?
La abulia es el término que en el tratamiento psicológico hace referencia a la falta de motivación para comenzar una actividad, ya sea sencilla o no. Es una apatía extrema, con falta de energía, sensación de vacío y falta de ganas para cualquier tipo de iniciativa, con dificultades en la toma de decisiones y la incapacidad de reaccionar ante algún suceso.
CAUSAS DE LA ABULIA
Las causas de la aparición de la abulia comprenden un amplio espectro:
– Causa biológica: se valora la posibilidad de que se den posibles alteraciones de tipo neurológicas a nivel frontal y de ganglios basales que son los núcleos de los cambios en la motivación.
– Causas ambientales: determinadas por experiencias vitales que se dan a lo largo de la vida y que ayudan a determinar el modo en que asimilamos y afrontamos la vida y la consecuente motivación para seguir adelante es lo que influye en el desarrollo de la abulia.
La abulia puede presentarse como cuadro del estado de ánimo o como una característica más de un trastorno depresivo mayor, depresión o de la distimia. La abulia también es síntoma de malestar en otros trastornos psicológicos y en enfermedades neurológicas o físicas.
SÍNTOMAS DE LA ABULIA
Los síntomas de la abulia son aquellas variaciones del no tener ganas de hacer, la base es la falta de acción:
Pérdida de la espontaneidad y la emotividad.
- Pasividad
- Pérdida de la sensación de disfrutar
- Disminución de las relaciones sociales
- Disminución de la actividad física
- Falta de compromiso
- Postergar tareas
- No toma decisiones
- Falta de ganas de apetito sexual y alimenticio
- Pérdida de espontaneidad
- Cansancio
- Falta de energía
- Estado de bloqueo, indecisión
- Ausencia de interés en el autocuidado
- No inicia de actividades y si las empieza se abandonan
- Somnolencia o insomnio
Las personas con estos síntomas dejan tareas atrasadas que pocas veces consiguen realizar a tiempo, causando malestar y frustración. Es justo la evitación de las acciones lo que realimenta la abulia.
La dificultad también se presenta en las relaciones sociales. La apatía en las conversaciones, la falta de entusiasmo e interés y las pocas emociones son propias de la abulia. Los pensamientos se enlentecen y las frases se acortan por la falta de motivación generalizada.
Este conjunto de síntomas de la abulia provocan un alto malestar en la persona, siendo incapaz incluso de dar algún tipo de respuesta emocional.
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO DE LA ABULIA
En la consulta de psicólogos Rincón de la Victoria, el trabajo se centra principalmente en generar el movimiento para la acción que ayude a reactivar a la persona. Se trata de crear un repertorio habitual de actividades que empiecen con poco desgaste y sean placenteras, para favorecer el éxito de la conducta.
En este caso el uso del método Kaizen ayuda a poder ir incorporando ejercicio físico, pautas de autocuidado, horarios de descanso y dietas.
Se tienen que explorar las creencias y tipos de pensamientos que han llevado a la persona a desarrollar este problema así como los reforzadores que han ayudado a mantenerlo durante tanto tiempo.
En ocasiones, cuando la respuesta de la persona es muy baja se valora que un médico/psiquiatra evalué la situación para prescribir un psicofármaco que ayude a equilibrar el desajuste químico y favorezca la recuperación.
Los patrones de comportamiento son conductas ya arraigadas y el cambio lleva tiempo, constancia y esfuerzo.
Lo primero que se propone es ver a través de la entrevista y el registro, las conductas y el ánimo de la persona con abulia.
Con este paso de la auto-observación podemos plantear qué es lo que la persona quiere hacer; reconocer que puede mejorar su día a día con la ayuda profesional.
Creamos un encuentro donde la base es el trabajo constante y la participación activa y comprometida.
Aceptar y ser reflexivo sobre la actitud apática de su momento actual y ser consciente de la capacidad real de cambio es el comienzo para ir avanzando en la línea de cambio.
Concretar los valores que la persona tiene en su personalidad es la fuerza de motivación hacia la reactivación.
Se hace un plan de acción para ir introduciendo las actividades y corresponderlo con el registro emocional y el objetivo meta. De esta manera se va recuperando la motivación para la acción.
Continuar la mejora diaria hasta crear hábito y una mejora anímica.
Fuente: bvgpsicologia.com