Los niños distraídos y aquellos con TDAH comparten algunas características. Para saber si tu hijo tiene esta neurodivergencia puedes ayudarte de las señales que te mostramos a continuación.
Cada vez somos más conscientes de la importancia de detectar las necesidades educativas especiales de los niños, como el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Sin embargo, un mayor conocimiento también puede llevar a etiquetar de manera incorrecta a los pequeños. Por esto, queremos ayudarte a saber si tu hijo tiene TDAH o solo es distraído.
Las redes sociales están contribuyendo a que madres y padres se preocupen sobre esto, ya que hay multitud de publicaciones que aportan datos incompletos sobre el TDAH. Al ver a sus hijos reflejados en las señales que se muestran, asumen que el niño tiene esta condición. Pero un video no es una fuente fiable para realizar un diagnóstico y es posible que tu pequeño solo sea distraído.
Lo más recomendable siempre será llevar a tu hijo con un profesional especializado para saber con mayor exactitud si sufre de TDAH. Para descubrir qué puede estar ocurriendo, te invitamos a seguir leyendo.
Diferencias entre niños con TDAH y niños distraídos
Es importante distinguir entre los niños con TDAH y aquellos que son distraídos, ya que el tratamiento y la atención que requieren pueden ser distintos. Por eso, existen algunas diferencias claves entre ambos grupos que puedes tomar en cuenta.
La capacidad atencional es un espectro
Cabe mencionar que la capacidad atencional no es una categoría de «sí o no». Es decir, no es que algunos niños presten atención y otros no, sino que todos lo hacen en diferentes grados. Por ejemplo, según afirma Jesús Beltrán en su libro Procesos, Estrategias y Técnicas de Aprendizaje, la capacidad de prestar atención de un niño está muy relacionada con la motivación que siente por la tarea.
Esto implica que cualquier menor puede distraerse, dispersarse o perder la concentración en ocasiones. La clave se encuentra en la frecuencia con que esto ocurre.
Para hablar de TDAH, la falta de atención ha de ser pronunciada y suponer un problema recurrente que interfiere con la vida diaria del niño. Por ejemplo, afecta a su rendimiento escolar, su vida familiar o las relaciones con sus compañeros. Esta es una diferencia clave entre los niños que padecen de este trastorno y los niños que no. Pregúntate, ¿la vida de tu hijo se está viendo afectada de manera contundente?
El TDAH es una neurodivergencia
Otro punto a considerar es el hecho de que el TDAH no es una enfermedad, sino una neurodivergencia. Es decir, el cerebro de estos niños presenta diferencias a nivel anatómico y funcional, así lo explica el Child Mind Institute en este artículo.
Esto hace que procesen la información y se relacionen con el ambiente de una forma distinta. Estas diferencias forman parte de ellos y, por tanto, están presentes desde el inicio, lo cual nos proporciona otra diferencia a considerar.
Si tu hijo se muestra bastante distraído, pero antes no lo era tanto y no tenía las dificultades que ahora tiene, es posible que esto se deba a otras causas. Por ejemplo, la ansiedad y la depresión también pueden afectar a la atención.
Si el niño está pasando por un momento complicado o de cambios, si en la familia hay tensiones, si sufre acoso escolar o está inquieto o preocupado por algo, puede encontrarse más disperso y distraído.
¿Cómo falla la atención en niños distraídos y con TDAH?
Es importante saber que el TDAH presenta diferentes subtipos, y la falta de atención no siempre es el síntoma más relevante o llamativo. Por ejemplo, tal y como lo recoge el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5), en el subtipo hiperactivo-impulsivo existe un predominio de síntomas relacionados a la agitación motora y la falta del control de impulsos.
No obstante, incluso cuando falla la atención (en el subtipo inatento o combinado) esta lo hace de un modo particular. Y es diferente a lo que ocurre con un niño que es distraído.
De manera concreta, en el TDAH se produce una alteración en la atención selectiva (encargada de filtrar los estímulos irrelevantes para centrarse en la meta) y en la atención sostenida (que permite concentrarse durante un periodo prolongado). Por lo mismo, un niño con dicha condición no es capaz de mantener su atención fijada en una tarea durante el tiempo que requiere.
Además, se ve interrumpido por estímulos externos como ruidos, personas o imágenes, o internos como sus propias ideas y pensamientos.
Por otro lado, un niño que es distraído es probable que no se centre en lo que está haciendo y por ello olvide dónde dejó su abrigo o por qué parte de la tarea escolar estaba. Sin embargo, sí puede poner atención en la actividad y una vez que lo hace rinde sin dificultades.
Señales para detectar la inatención en el TDAH
Además de lo anterior, hay algunas señales que pueden ayudarnos a diferenciar si un niño tiene TDAH o solo es distraído. Recuerda que estas no constituyen un diagnóstico; no obstante, sí pueden servir como guía.
Procrastinación
El niño necesita presión externa para realizar una tarea y completarla. Por lo general, tiende a dejar todo para el último momento, con más frecuencia aquellas actividades que requieren mucha atención y concentración.
Desorganización
Le cuesta ordenar sus ideas, saber qué tareas son más importantes o prioritarias y va cambiando o saltando de una tarea a otra sin haberlas completado. En ocasiones, esto les causa frustración y desmotivación.
Fallos de focalización
Para el niño es complicado mantener el foco cuando atiende o cuando o lee un texto, se distrae y necesita que le recuerden y le redirijan a la tarea. Es inconstante y por ello pierde las ganas de hacer su tarea.
Alerta y procesamiento de la información
Es posible que suela sentirse somnoliento o aburrido con facilidad. Pocas tareas le motivan y se agota fácil cuando una actividad le demanda pensar mucho o concentrarse. Además, procesa la información de manera más lenta y con frecuencia incompleta.
Alteraciones en la memoria de trabajo
Se le dificulta incorporar la información y mantenerla activa mientras completa la tarea que está realizando. Por ello, le cuesta seguir consignas y directrices, tener en mente varios elementos a la vez o completar secuencias.
¿Mi hijo tiene TDAH o solo es distraído?
En conclusión, para hablar de TDAH la falta de atención debe ser severa y causar problemas en el funcionamiento diario del niño. Ha de estar presente desde su la infancia y no ser solo algo reciente. Ha de afectar su nivel de alerta, su atención selectiva y la sostenida.
Recuerda que dentro del TDAH hay diferentes subtipos y el inatento es solo uno de ellos, por lo que la falta de atención puede no ser el síntoma principal. Además, aunque lo sea, puede haber otras manifestaciones de impulsividad e hiperactividad.
Así, para estar seguro de lo que ocurre, lo más recomendable es que consultes con un especialista. Solo un profesional puede confirmar el diagnóstico tras haber realizado una evaluación personalizada y te podrá dar una respuesta certera sobre si tu hijo tiene TDAH o solo es distraído.
Fuente: Elena Sanz Martín / eresmama.com
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