La utilización excesiva de las redes sociales tiene un impacto desfavorable en la mente. ¿Cómo evitar esto y hacer un buen uso de ellas? ¡Aquí te lo contamos!
En la era digital, usar las redes sociales transforma la manera en que nos comunicamos, compartimos información y nos conectamos con el mundo que nos rodea. Aunque estas plataformas ofrecen oportunidades, también generan un impacto considerable en la salud mental.
La relación entre las redes y el bienestar psicológico es compleja y multifacética, con efectos tanto positivos como negativos que varían según el individuo y la forma en que interactúa con estas plataformas. En este artículo, encontrarás varias sugerencias para que emplees de modo saludable tales herramientas tecnológicas.
¿Qué efectos tienen las redes sociales en la salud mental?
Usar las redes sociales es bueno, pero también produce un impacto negativo en el bienestar de la mente y las emociones. Tanto es así que llega a convertirse en algo adictivo, como lo señala en una conferencia Marian Rojas Estapé.
En algún momento, todos nos comparamos a través de las redes. Esto quizás desate sentimientos de insuficiencia, baja autoestima y envidia. Con respecto a esta última, una revisión sistemática encontró que la envidia en cualquier red tiende a afectar el nivel de ansiedad y depresión.
Además, como argumenta un artículo compartido en la revista Current Psychology, «la comparación social en los sitios de redes sociales podría provocar emociones negativas, que disminuyen el apoyo social percibido, la autoestima y el bienestar psicológico».
Por otro lado, varios investigadores señalan que el uso prolongado de las redes sociales estaría asociado con síntomas depresivos. No obstante, su impacto persiste en controversia.
Es cierto que usar las redes sociales ayuda a conectar con personas de todo el mundo; sin embargo, también puede llevarnos a un aislamiento en la vida real. Pasar demasiado tiempo en ellas reduce el tiempo que invertimos interactuando cara a cara con amigos y familiares, lo cual tiene un impacto negativo en nuestra mente.
Para cerrar este apartado, vale la pena aclarar que las redes no son «buenas» ni «malas» en sí mismas. Sus consecuencias para la salud mental dependen de cómo se utilicen (Verduyn et al., 2021).
¿Cómo hacer un buen uso de las redes sociales?
Saber usar las redes sociales mejora tu experiencia con ellas, reduciendo así los posibles efectos negativos sobre tu salud mental. Aquí te dejamos algunas sugerencias.
1. Establece un horario
¿Has pasado aunque sea solo un día desconectado/a por completo de las redes sociales? Fijar un horario evitará que pierdas mucho tiempo en redes y que tengas más espacio para otras actividades. Por ejemplo, define cuánto dedicarás a diario a estas plataformas y respétalo.
Un estudio de 2018 publicado en el Journal of Social and Clinical Psychology encontró que limitando el uso de cada una de las redes sociales de los participantes de la investigación, a 10 minutos al día, durante tres semanas, se reducían los síntomas de depresión y soledad en los mismos. Estos autores señalaron que bajar a 30 minutos diarios favorecería el bienestar.
2. Gestiona tus aplicaciones sociales
Está bien que sigas cuentas que compartan contenido relacionado con tus intereses y gustos, pero evalúa si en realidad te generan más malestar que bienestar. Por ejemplo, si sientes que seguir a determinadas personas y/o que el uso de las redes sociales afecta negativamente tu estado de ánimo, considera dejar de seguir a esas personas o tomar un descanso temporal.
3. Sé crítico/a con el contenido que observas
Recuerda que detrás de las pantallas hay personas con sus propias vidas y emociones como tú. No todo refleja la realidad, por lo que es fundamental que mantengas una perspectiva crítica y seas consciente de ello.
Así trabajarás en la gestión de tus exigencias sobre tu propia vida y sobre la vida de los demás, ya que solemos ser injustos y muy críticos tanto con nosotros como con otros en las redes.
4. Busca un equilibrio
Otro consejo para usar las redes sociales es encontrar un equilibrio al emplearlas. Establecer límites de tiempo, evitar comparaciones y/o ser consciente de las emociones son prácticas clave.
Compartir contenido con consideración, fomentar interacciones reales fuera de la pantalla y diversificar las actividades también son importantes. Un enfoque consciente en el uso de estas permite aprovechar sus beneficios sin descuidar el bienestar personal.
No todo es tan malo como parece
A pesar de los desafíos, es importante reconocer que no todas las experiencias en las redes sociales son negativas. Las plataformas pueden utilizarse como herramientas para la educación, la concienciación y el apoyo emocional, entre otros aspectos. Con un uso consciente y equilibrado, es posible mitigar el impacto negativo sobre la salud mental.
Estas ofrecen un espacio para la interconexión y el descubrimiento, pero también presentan una ventana única hacia las vidas de otros. Las comparaciones inevitables emergen cuando nos encontramos sopesando nuestros propios éxitos, apariencia y logros en relación con lo que vemos de los demás. A menudo, dicha comparación se basa en una versión idealizada de la realidad ajena.
Las redes revolucionaron la forma en que nos relacionamos y plantean cuestiones significativas en términos de salud mental. Abordar la afectación de estas en nuestra mente requiere una comprensión profunda de cómo interactuamos con las plataformas y la adopción de estrategias para fomentar su empleo saludable y consciente.
Fuente: Isabel Ortega / lamenteesmaravillosa.com